Una correcta prevención atenúa las cicatrices
Meta descripción: Las cirugías estéticas, pueden dejar cicatrices, pero éstas se pueden ocultar y mejorar mucho su aspecto, mediante la prevención. Si ya se posee una cicatriz, un cirujano plástico calificado puede ayudar a atenuarla considerablemente.
La cicatrización es el mecanismo que tiene la piel para recuperarse tras una herida, y como resultado provocan modificaciones en la apariencia de la piel; sin embargo, es posible mejorar su aspecto mediante la prevención o un tratamiento quirúrgico, pues algunas no tienen buen aspecto y podrían incluso provocar cuadros de depresión y disminución de la autoestima en los pacientes.
Tipos de cicatrices
Los tratamientos preventivos o correctivos siempre se realizan en función al tipo de cicatriz.
No todas son iguales, existen tres tipos: Las atróficas, que se caracterizan porque están ligeramente hundidas por la falta de colágeno; las hipertróficas, cuya formación se debe a una sobreproducción de fibras de tejido conectivo; y finalmente tenemos los queloides, que son las más severas y se caracterizan porque crecen más allá de la herida, pueden causar limitaciones funcionales y tienen un mal aspecto.
La clave es la prevención
- Es ideal que los tratamientos sean preventivos y que inicien inmediatamente después de retirados los puntos en el caso de las cirugías.
- En las cicatrices de tipo atróficas, el tratamiento es tópico. Se realiza por medio de cremas a base de vitamina A como el depantenol o cremas en base a vitamina E. Cabe resaltar en este punto que tomar estas vitaminas antes o después de la cirugía no sirve de mucho porque el cuerpo asimila solo lo necesario y el resto lo elimina.
- En las cicatrices hipertróficas y queloides no muy severas, el tratamiento por lo general es a base de cremas corticoides como la Triamcinolona y la betametasona, cuyo uso es por lo menos de tres meses.
Otra forma de tratar ambas cicatrices es por medio de las láminas de geles de silicona. La virtud de estos geles es su practicidad, pues a diferencia de las cremas, las cuales deben ser untadas mañana, tarde y noche, éstos se pegan en la piel sobre la zona de la cicatriz y se llevan durante todo el día. Estas láminas de geles solo son retiradas al momento de bañarse, convirtiéndolo en un tratamiento mucho más inocuo.
En el caso de los queloides, otra forma de tratarlos es con prendas elásticas. Éstas se colocan en la zona de la cicatriz, haciendo presión sobre la misma y, junto a las láminas, van muy bien para el tratamiento de este tipo de cicatrices. No obstante, si el queloide es severo, como por ejemplo, cuando con solo rasparse o ponerse un arete ya se está formando el queloide, el tratamiento se realiza por medio de irradiaciones, como si se tratara de un cáncer, solo que los RAD (unidad de medida de las radioterapias) son menores.
- Es preciso resaltar que el tratamiento de irradiaciones no lo realiza el cirujano plástico, sino el radioterapeuta, quien decidirá el número de sesiones que tendrá el paciente y la cantidad de RAD que se le dará. Este tratamiento está reservado únicamente para pacientes que desarrollan queloides muy severos, quienes tienen un historial con este tipo de cicatriz agresiva que amerita irradiarse. Las radioterapias deberán empezar a hacerse incluso al día siguiente de la operación, con lo cual se evita la formación del queloide severo y luego se le da el tratamiento convencional.
Cirugía para corregir cicatrices ya formadas
En el caso de las cicatrices ya formadas, los tratamientos de corrección son quirúrgicos con los cuales se pueden mejorar considerablemente.
Existen varias técnicas para los diferentes tipos de cicatrices, entre las cuales están: las Z-plastias, las W-plastias, las dermoabrasiones, los injertos de piel total, entre otros.
Un buen especialista lograra mejorar considerablemente el aspecto de esa cicatriz que tanto te incomoda.
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