El origen y los pioneros de la Cirugía Plástica

cirugia plastica historia

¿De dónde procede el término Cirugía Plástica? En este post contamos cómo surgió el concepto y cuáles son los antecedentes históricos y la evolución de la especialidad, desde sus orígenes en la Historia Antigua hasta la consolidación de la Cirugía Plástica moderna en el siglo XIX y el posterior nacimiento de su vertiente estética.

Etimológicamente, el nombre Cirugía Plástica deriva de dos vocablos griegos: Girurguiki (cirugía, mano, obra) y Plastikos (moldear, dar forma), lo cual refleja su inicial carácter casi artesanal. Sin embargo, no será hasta 1798 cuando el cirujano Pierre Joseph Desault emplee por primera vez el término «Plastique».

Más tarde, Karl Ferdinand Von Gräfe lo incorpora en su monografía «Rhinoplastik» (Berlín, 1818), aunque es un cirujano alemán, Eduard Zeis, quien lo populariza al publicar en 1838 su tratado «Handbuch der Plastichen Chirurgie», bautizando así a esta especialidad quirúrgica.

A pesar de que el término se popularizara en el siglo XIX, las bases de la Cirugía Plástica ya se encuentran en la Historia Antigua. Así, podemos encontrar técnicas plásticas en documentos tan milenarios como los papiros egipcios (3000 A.C.) o textos sánscritos de la India (2600 A.C.).

Una muestra de lo anterior son los textos del médico y cirujano indio Sushruta del año 600 A.C., en los que se describen intervenciones para la reconstrucción nasal, teniendo en cuenta que la amputación de la nariz era un procedimiento frecuente para castigar la infidelidad.

En la época romana, Aulo Cornelio Celso (25 A.C.) usó en su célebre tratado «De Medicina» diseños para movilizar tejidos que hoy denominamos «colgajos de avance». También el médico real bizantino Oribasio de Pérgamo incluyó en su enciclopedia «Sinagogas médicas» dos volúmenes dedicados a la reconstrucción de defectos faciales, principalmente de la nariz.

Freno al desarrollo de la cirugía reconstructiva hasta el Renacimiento

La caída del Imperio Romano en el siglo V y la consiguiente expansión de las tribus bárbaras provocaron un parón en el desarrollo de la cirugía reconstructiva. En el siglo XIII, el Papa Inocencio III prohibió expresamente los procedimientos quirúrgicos y la práctica de la Medicina se convirtió en una experiencia en la que debía evitarse al máximo el contacto con el paciente.

Pese a esta involución, en el siglo XIV renacieron las Ciencias y, con ellas, la cirugía, otra vez con importantes contribuciones tanto de Oriente como de Occidente. Así, el médico otomano Şerafeddin Sabuncuoğlu describió técnicas originales para el tratamiento de la ginecomastia que se consideran las primeras indicaciones de extirpación de tejido glandular mamario por motivos estéticos y son la base de las técnicas actuales de reducción mamaria.

Por su parte, el boloñés Gaspare Tagliacozzi (1545) es considerado un médico clave en el desarrollo de la Cirugía Plástica por sus trabajos detallados sobre colgajos pediculados, especialmente para reconstrucción nasal.

Resurgir y nacimiento de la Cirugía Plástica moderna

En el siglo XIX se produce el resurgir definitivo de la especialidad gracias, en parte, al trabajo del francés François Chopart acerca de la reconstrucción labial con colgajos cervicales. Durante esta época también se observa un progreso espectacular asociado a los avances en la anestesia.

En esta línea, Karl Ferdinand Von Gräfe emplea las técnicas de reconstrucción nasal durante las Guerras Napoleónicas, describe la fibromatosis palmar y clasifica las quemaduras según su profundidad. Mientras, Bernhard Von Langenbeck desarrolla el tratamiento de la fisura palatina y Sir Astley Cooper realiza el primer injerto cutáneo. Es también el momento en el que el término Cirugía Plástica se populariza y aparece como tal en diversos tratados.

El perfeccionamiento de las técnicas reconstructivas unido al descenso de los riesgos que ofrecía la anestesia y la técnica estéril desarrollada por Joseph Lister facilitaron que se comenzaran a aplicar procedimientos quirúrgico-plásticos para mejorar el aspecto de estructuras faciales, aunque no hubieran sido heridas o mutiladas. De este modo surge la Cirugía Estética, considerándose al estadounidense John Orlando Roe el primer cirujano en realizar un abordaje estético nasal.

Posteriormente, el alemán Jacques Joseph publicó un análisis exhaustivo de la nariz, que incluía una clasificación de las técnicas de reparación de sus diversas alteraciones estéticas, trabajo por el cual es considerado el padre de la Cirugía Estética nasal.

Para finalizar, una curiosidad. La dismorfofobia (percepción desfigurada de la propia imagen) a la que aluden muchos especialistas hoy día, se encuentra ya documentada en escritos del siglo XIX. En el caso concreto de la nariz, los autores de la época la denominaban «rhinomanía».

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*